Entrevistada: Pamela Peña, diseñadora, madre de familia, 27
años, atea.
1) ¿Considera
que la Semana Santa mantiene vigente su esencia religiosa o pasó a ser un
motivo más de feriado y descanso?
Recuerdo que cuando era niña e incluso
adolescente, la Semana Santa, específicamente los días jueves y viernes santo,
eran considerados de reflexión, de reunión en familia alrededor de lo que
significaba la muerte de Jesús. Habían tradiciones como que las personas no
debían bañarse, o era pecado comer carne roja. Sin embargo, con el paso del
tiempo percibo que eso se ha perdido y que ahora es una oportunidad para salir
de la ciudad, romper la rutina, pero lo menos importante es en sí el carácter
religioso de la fecha.
2) Desde
esa perspectiva, ¿cómo entender entonces a los cientos de miles de fieles que
se reúnen en las iglesias a recordar la muerte de Jesús?
Creo que son personas que todavía creen en el
poder de la Iglesia, pero que a pesar de los esfuerzos, su mensaje ya no cala
en las nuevas generaciones quienes prefieren cuestionar a esa institución y lo
que ha significado a través de los años.
3) ¿Considera
que el mensaje de paz y amor que se supone dictó Jesucristo ya no tiene valor
en la actualidad?
En mi opinión, Jesucristo es un invento más
que la iglesia creó para dominar a las sociedades. Si bien es cierto su mensaje
es de amor y paz, detrás de eso se esconde una figura de control sobre lo que
está y lo que está mal desde un manifiesto moralista. O, en caso contrario, la
iglesia de hoy predica todo menos lo que Jesús se supone predicaba, pues su
mensaje es separatista y discriminador frente a lo que se considera distinto,
por ejemplo las personas de la diversidad sexual.
4) ¿Cómo
dudar de la existencia de Jesús, si su vida marca un antes y un después en la
historia universal?
Es difícil comprobar la existencia de Jesús,
pero debo aceptar que también resulta complicado negar que haya existido pues
la historia occidental marca un antes y un después de su vida. Pero existen
muestras de que en caso de sea cierto, es todo, menos lo que la iglesia
católica plantea. De acuerdo a un documental, se dice que incluso sus rasgos
físicos han sido distorsionados. Pero en esencia, considero que él es un
invento más para decirnos que está bien y que está mal y seguir formando
personas sin un criterio propio.
5) Entonces,
si los cientos de miles de fieles católicos carecen de criterio propio, ¿qué
pasa con otras religiones, todas imponen un modo de comportamiento?
Es innegable que todas las religiones imponen
un comportamiento regido en base a un Dios. La cuestión se origina en si ese
Dios existe, lo cual está muy en duda. Respeto a quienes creen en ese Dios
castigador, separatista, que juzga, pero personalmente he optado por alejarme
de ese mundo. Siento que el mundo ya no necesita un rebaño de borregos que
aplauda o critique según la perspectiva de alguien que aun no se ha podido
comprobar si existe, prefiero cultivar una espiritualidad que se concentre en
el ser humano y en su armonía con el entorno. En conclusión, no creo en Dios.
@Desireeyepez
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